Ana Hernández en Rebuild 2023: «La necesidad de rehabilitación energética está ahí, y desde el sector tenemos que plantearnos cómo podemos independizar nuestra actividad de las subvenciones»

Del 28 al 30 de marzo, Ana Belén Hernández, directora de Crolec, participó en el Congreso Rebuild de Arquitectura y Construcción 2023, celebrado en IFEMA Madrid. La sexta edición de la cita reunió a 560 expertos nacionales e internacionales en construcción industrializada, digitalización y sostenibilidad para la edificación. A ellos hay que sumar los más de 22.000 visitantes recibidos.

En calidad de miembro de la Junta Directiva de AEICE, Hernández fue una de las voces invitadas en la mesa redonda Respuesta del sector a la necesidad de la rehabilitación. «Hay una sensibilidad diferente hacia la eficiencia energética, la ciudadanía empieza a entender que no es simplemente algo que figura en un papel», señaló, «la necesidad rehabilitacional está ahí, y tenemos que plantearnos qué habilidades hemos de adquirir, cómo nos tenemos que dirigir al cliente y cómo podemos, poco a poco, hacer que nuestra actividad se independice de las líneas de subvenciones».

La directora de Crolec puso sobre la mesa la «analogía» que puede ya hacerse entre la rehabilitación energética con la rehabilitación en materia de accesibilidad. «La instalación de ascensores en edificios que carecen de ello se hace con y sin subvención, se pagan cantidades importantes de dinero en comparación con el valor de la vivienda porque ya nadie entiende vivir en un 4º sin ascensor, ya que esa vivienda será inutilizable en algún momento», expresó. «Se percibe como necesario, y con financiación bancaria o mediante otros instrumentos la gente gasta su dinero en ello». «Tenemos que seguir en este proceso y hacer entender que la rehabilitación energética es también necesaria por muchos motivos», manifestó.

Hernández también hizo referencia a ciertas «barreras» que hay que derribar: «La rehabilitación es un proceso tortuoso en el que intervienen muchos agentes, y eso no es malo en sí, lo malo es que el cliente también lo percibe como tortuoso, plagado de inseguridades y, a veces, de desconfianza». «Una vez que, como sector, hayamos hecho estos deberes, tendremos que abordar la cuestión de qué pedir a las administraciones más allá de subvenciones, hablo de políticas que se puedan sostener en el medio plazo».

Otra cuestión que se puso sobre la mesa fue la industrialización de la rehabilitación que, en palabras de Hernández, «va a venir por necesidad, porque no hay personal, las obras va a haber que ejecutarlas todas a la vez y no va a quedar más remedio que avanzar en la mejora de los procesos de ejecución». Apuntó, asimismo, que esas mejoras deben darse también en el servicio que se ofrece: «El cliente necesita un producto sencillo, comprensible y eficaz, algo que solo se puede conseguir con todos los agentes trabajando en coordinación».