Edificios antiguos: estrategias y consejos para mejorar la eficiencia energética

Los años no pasan en balde para nada y nadie. Tampoco para los edificios más antiguos que forman parte del parque de viviendas existente en nuestras ciudades. Con el paso del tiempo, necesitan actualizaciones que permitan mejorar la calidad de vida de las personas que los habitan y, además, se adapten a las normativas encaminadas a cuidar también del planeta.

Por ejemplo, en cuanto a eficiencia energética. Nos referimos a obtener el máximo rendimiento en una actividad con el menor consumo de energía posible. Es decir: una vivienda será eficiente cuando se optimice el consumo de recursos energéticos manteniendo los niveles de confort térmico. Para saber si un edificio es eficiente desde el punto de vista energético, contamos con el Certificado de Eficiencia Energética, que proporciona información sobre el consumo de energía y las emisiones de dióxido de carbono del edificio en condiciones normales de ocupación y uso.

Este certificado es obligatorio desde el 1 de junio de 2021 para los edificios de nueva construcción. También para edificios o partes de edificios (vivienda, oficina o local) existentes que se vendan o alquilen a un nuevo arrendatario. Y aquí es donde cobre especial relevancia un dato facilitado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía que enlaza con el tema que nos ocupa: el 80% de los edificios construidos en España antes de 1980 tienen una calificación de categoría F o G, es decir, las más bajas en términos de eficiencia. El objetivo es que para 2030 todas las viviendas tengan categoría E. Y que para 2033 todos los edificios cuenten con un certificado de categoría D.

¿Cómo mejorar la eficiencia energética de los edificios más antiguos?

Para alcanzar las metas de consumo energético de los edificios mencionadas anteriormente, es conveniente realizar actuaciones como:

• Sustituir las ventanas por otras de doble o triple acristalamiento o por aquellas cuyos marcos estén realizados con materiales aislantes.
• Sellar fugas de aire, como grietas en la fachada o las que se dan en los espacios en que se encuentran tuberías y cables. Esta medida incluye también la instalación de burletes en ventanas y puertas.
• Mejorar los revestimientos, es decir, el aislamiento de techos y suelos.
• Colocar toldos o persianas que reduzcan la cantidad de calor que entra por las ventanas.
• Usar sistemas de iluminación de bajo consumo y potenciar el consumo de luz natural.
• Instalar sistemas de climatización ecoeficientes.
• Tener más plantas en casa para reducir la humedad y refrescar el ambiente.

Sin olvidar un paso clave: intervenir en la envolvente del edificio. Cuando mejoramos el aislamiento térmico en fachadas y cubiertas, reducimos el calor y el frío que nos hace falta producir para que nuestro hogar esté a la temperatura adecuada. Y, además, contribuimos a crear un ambiente mucho más saludable en nuestra vivienda. Y es que el estado de los edificios en los que vivimos afecta directamente a nuestra salud. Por eso es tan importante rehabilitarlos cuando no se encuentran en condiciones óptimas. Con esta actuación obtendremos, asimismo, una mejora estética del edificio.

¿Puedo intervenir en la fachada de mi edificio si está protegida?

Sí, se puede intervenir la fachada de edificios antiguos protegidos siempre que tal intervención se adecúe al Plan Especial de Protección que rige este tipo de obras. Es justo lo que nos ha pasado en uno de los proyectos más recientes de CROLEC. Nos referimos a las obras de mejora de la eficiencia energética en los números 6, 8 y 10 de la calle Lázaro Alonso de Medina de Rioseco (Valladolid), edificio que se encuentra dentro del conjunto histórico-artístico del municipio.

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Desde CROLEC te recomendamos que no esperes al último momento para afrontar la rehabilitación energética de tu edificio. Y también que, cuando te decidas, cuentes con profesionales con dilatada y contrastada experiencia. Es uno de los cinco consejos que te damos para ahorrar dinero en la reforma de la fachada de tu edificio. Seguramente, el más importante de todos.

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