Certificado de eficiencia energética: qué es y por qué lo necesita tu vivienda

El Real Decreto 390/2021, de 1 de junio, establece que todas las viviendas, locales y oficinas deben contar con un Certificado de Eficiencia Energética. Así, desde esa fecha, 1 de junio de 2021, es obligatorio para edificios de nueva construcción. También para edificios o partes de edificios (vivienda, oficina o local) existentes que se vendan o alquilen a un nuevo arrendatario.

Este certificado proporciona información sobre el consumo de energía y las emisiones de dióxido de carbono del edificio en condiciones normales de ocupación y uso. Se incluyen calefacción, refrigeración, ventilación, producción de agua caliente e iluminación.

Estos son los conceptos clave que debe incluir este certificado:

• Datos de identificación del edificio o vivienda.
• Descripción de las características energéticas del edificio.
• Procedimiento utilizado para obtener la calificación de eficiencia energética.
• Normativa sobre ahorro y eficiencia energética aplicada durante la construcción.
• Calificación de eficiencia energética del edificio, representada mediante una etiqueta energética.
• Fecha de la visita al inmueble y descripción de las pruebas y comprobaciones realizadas por el técnico.

El certificado energético tiene una validez de 10 años desde el momento de su emisión.

¿Qué certificado debe tener tu vivienda y cuál es el plazo para conseguirlo?

Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, el 80% de los edificios construidos en España antes de 1980 tienen una calificación de categoría F o G. Es decir, las más bajas en términos de eficiencia. El objetivo que para el año 2030 todas las viviendas alcancen una eficacia energética de categoría E. Además, para el año 2033, todos los edificios deberán contar con un certificado de categoría D. El fin es claro: reducir cuanto sea posible el consumo de energía en los edificios.

Más allá de lo que marque la normativa, la rehabilitación energética de tu edificio para mejorar su eficiencia energética tiene un triple beneficio para ti:

1. Un buen aislamiento influye positivamente en la calidad del aire que respiras, por ejemplo, al eliminar las nocivas humedades o disminuir el uso de calefacción y aire acondicionado = beneficio para tu salud.
2. Al iniciar el camino de tu edificio hacia una futura autosuficiencia energética, verás cómo se reducen los importes de tus facturas de suministros = beneficio para tu economía.
3. Al igual que tu vivienda requiere obras de adaptación a estándares más modernos que aquellos con los que se construyó, a tu edificio le ocurre lo mismo = beneficio para tu patrimonio.

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