El camino de la rehabilitación energética residencial: reflexiones acerca de dónde nos encontramos y hacia dónde vamos
Eficiencia energética, Rehabilitación de edificiosEl punto actual en el camino de la rehabilitación energética residencial no se entiende sin el Plan de Recuperación Next Generation. Aprobado por la Comisión Europea en junio de 2021, se estructura en torno a cuatro ejes. La transición ecológica concentra la mayor parte de la inversión, con un 49,6% del total. La rehabilitación energética de los edificios de carácter residencial es una de las líneas de actuación prioritarias, dotada con 3.420 millones de €. De ellos 2.200 millones se destinan a ayudas directas a los propietarios de viviendas.
Los plazos para la solicitud de la mayor parte de los programas que componen el plan están próximos a su terminación. Mientras tanto, las ayudas se van otorgando, aunque lejos de la velocidad deseada. Pero aún queda la otra pata importante: la ejecución de las obras y el grado de satisfacción que esas dejen en los demandantes. Estamos aún en el inicio en este punto, sin embargo, ya podemos extraer algunas conclusiones de esta experiencia de los fondos Next Generation, en la que nos encontramos atravesando el ecuador.
Primeras conclusiones de la experiencia Next Generation
En cuanto a los aspectos positivos, se aprecia un creciente interés por la rehabilitación con criterios de reducción de demanda de energía entre las comunidades de propietarios, principales consumidores de la rehabilitación residencial. Aunque dopado por la elevada intensidad de las subvenciones, eso sí. Pero, puesto que sabemos que las obras de aislamiento de la envolvente de los edificios verdaderamente funcionan, tenemos que ser optimistas en cuanto a que esta inclinación podrá mantenerse en el tiempo, a poco bien que cada agente haga bien las cosas en el área que le toca.
Si abordamos los aspectos negativos, o, más bien, lecciones aprendidas, el plan ha traído a los profesionales esfuerzos comerciales brutales. Esfuerzos que han sido soportados por un sector mayoritariamente compuesto de profesionales autónomos, micro empresas y pequeñas empresas. Está por ver si verdaderamente podrán tener retorno, dada la complejidad que está suponiendo la tramitación de las subvenciones de rehabilitación residencial y la obligación de ejecutar la mayor parte de las obras que resulten agraciadas con la financiación pública en el escaso margen de dos años. En cuanto a las administraciones, la necesidad de mayor coordinación entre las mismas. También la de aumentar la participación de los profesionales a la hora de elaborar planes de este tipo, para evitar situaciones que pueden suponer un verdadero quebranto a la hora de ejecutar lo planeado.
¿Qué tareas debemos afrontar desde el sector a corto plazo?
La industria de la rehabilitación debe conformarse y, para ello, será crucial que en un período corto de tiempo seamos capaces de:
- aprobar la revisión de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD) cuanto antes y trasponerla con la mayor celeridad. Hasta entonces, varios de los aspectos que contiene, como, por ejemplo, los cambios que puedan introducirse en la forma de cálculo del CEE, nos abren un camino plagado de incertidumbres.
- desarrollar herramientas fiscales y financieras que constituyan un incentivo estable en el tiempo para los propietarios que se planteen renovar sus edificios.
- facilitar la cuantificación y comunicación de la revalorización real de una vivienda rehabilitada, frente a otra que no lo está.
- establecer un sistema unificado que mida los parámetros derivados de la rehabilitación de los edificios a nivel nacional, de manera que seamos capaces de saber en qué punto estamos y cuáles son nuestros objetivos.
Por la parte de la industria, los deberes no son menores ni los desafíos pocos, pero deberemos afrontar:
- el avance en digitalización con el foco puesto en la mejora de los procesos, de la productividad y de la comunicación con el cliente.
- el inicio de la industrialización, que nos lleve un mayor aseguramiento de la calidad, a una reducción de plazos, y a construir un sector atractivo y con capacidad de atraer talento.
- la continua especialización y profesionalización de la industria, también en nuevas habilidades.
En este emocionante camino hacia la rehabilitación energética y la transformación del sector, en CROLEC tenemos claro que debemos unir esfuerzos, promover la innovación y la colaboración. Trabajar juntos para lograr un futuro más sostenible y eficiente en la industria de la construcción. ¡Hagamos de la rehabilitación energética una oportunidad para el crecimiento y la excelencia!