La rehabilitación de edificios, sinónimo de calidad de vida
Aislamiento de viviendas, Eficiencia energética, Rehabilitación de edificiosRehabilitar un edificio es invertir en calidad de vida. ¿Por qué? Porque esta acción tiene como resultado otras tantas que hacen que tu día a día en tu propia vivienda sea más fácil, más cómodo, más sano y más económico.
Y es que rehabilitar un edificio es sinónimo de:
- Crear espacios más habitables, saludables y accesibles. Hemos de tener en cuenta que, por ejemplo, un aislamiento térmico deficiente en un fachada puede llevar a la aparición de humedades por condensación. Y estas humedades suponen un riesgo para nuestra salud, ya que provocan enfermedades respiratorias, reacciones alérgicas o crisis de asma. Cuando la rehabilitamos, mejoramos la calidad del aire que respiramos, también por hacer al edificio más eficiente a nivel energético, ya que reducimos el uso de calefacción y aire acondicionado. Y cuando instalamos un ascensor o eliminamos barreras arquitectónicas, conseguimos que cualquier persona pueda acceder a nuestro edificio con autonomía y seguridad.
- Mejorar la salud física y psicológica. Enlaza, como se señala en el punto anterior, con el estado en que se encuentra el edificio en que vivimos. El objetivo es conseguir un confort térmico, lumínico y acústico. En este último caso, por ejemplo, la reducción del ruido no deseado que entra desde el exterior es clave, ya que puede generarnos un gran estrés, con los efectos negativos que eso tiene para nuestra salud, sobre todo, mental y cardíaca.
- Aumentar la eficiencia energética para conseguir temperaturas confortables durante todo el año. Mientras, además, se ahorra en las facturas de suministros, ya que se hace menos uso de la calefacción y el aire acondicionado. La información sobre el consumo de energía y las emisiones de CO2 de un edificio en condiciones normales de ocupación y uso (calefacción, refrigeración, ventilación, producción de agua caliente e iluminación) la da el certificado de eficiencia energética. Aprovechamos para recordarte que, por norma, todas las viviendas deberán contar con certificado de categoría E para 2030, y hacer alcanzado la D en 2033.
- Revalorizar una vivienda. Si cumple con los estándares actuales de eficiencia energética, su valor de tasación será significativamente mayor que el de una similar en un edificio energéticamente obsoleto. Además, las viviendas que no cumplan con ciertos estándares de eficiencia marcados por normativas se enfrentarán a restricciones en su venta o alquiler, lo que repercutirá directamente en su valor de mercado y liquidez.
- Cuidar de nuestro entorno. Los edificios residenciales son grandes consumidores de energía. Y grandes emisores de CO2 a la atmósfera. Así que cuando nos hacemos cargo de su rehabilitación energética, no solo estamos mejorando nuestra calidad de vida dentro de ellos, también fuera. Estamos protegiendo al medioambiente y contribuyendo a crear barrios y ciudades más sostenibles.
No te lo pienses más y contacta ya con nuestro equipo. Buscaremos la solución de rehabilitación más adecuada para dar respuesta a las necesidades de tu edificio, adaptándonos a tu presupuesto. Y antes de lo que crees estarás disfrutando del gran cambio, para mejor, que traerá a tu vida la rehabilitación de tu edificio. Palabra de CROLEC.